“…Puede observarse que lo emocional descuella muchos de esos procesos posibles en la vida de todos los seres humanos y eso se debe al hecho de saberles afectivos por naturaleza (García- González & Martínez-Padrón, 2020;Martínez-Padrón, 2021;Martínez-Padrón et al, 2021), por tanto, propensos a padecer desequilibrios emocionales que pueden afectar la integridad, la intencionalidad y la originalidad de sus creaciones intelectuales, lo cual puede deberse al hecho de que las emociones no suelen ser fáciles de controlar (García-González & Martínez-Padrón, 2020), pudiendo conducir a juicios errados y enfrentados con "la construcción de una cultura basada en la adopción de la ética profesional como guía rectora del quehacer profesional" (Gutiérrez y Contreras, 2016, p. 134). A la par, existen casos de situaciones donde las emociones secuestran la capacidad cognitiva de los sujetos (Goleman, 2006;Goleman & Senge, 2016;García-González & Martínez-Padrón, 2020), llegando a asumir un papel tan protagónico en sus actuaciones que hasta las gobiernan, pudiendo sentirse presionados por la necesidad de publicar y divulgar producciones bajo cualquier circunstancia.…”