“…El turismo rural es la actividad localizada en el espacio rural, la cual genera experiencias turísticas que se relacionan con el entorno ambiental, el patrimonio y la cultura a través de servicios integrados e identificados con la idiosincrasia local (Monzonís, 2014); esta actividad ha cobrado importancia para el desarrollo territorial (Ferrer et al, 2014;Jiménez et al, 2014) en cuanto permite aprovechar la multifuncionalidad del territorio y de la agricultura, como principal actividad que se realiza en los espacios rurales; es generadora de empleo, permitiendo incorporar en especial a mujeres y jóvenes, quienes encuentran oportunidades para mantenerse en el medio rural; motiva la valorización de los recursos específicos del territorio, así como el patrimonio cultural; contribuye a la creación de mercados para la producción, la mejora la calidad de alimentos y artesanías de acuerdo con la demanda; impulsa la asociatividad, posibilitando la generación de encadenamientos de la agricultura con distintos sectores, por lo que se da una pluriactividad del sector (Ferrer et al, 2014). Por lo anterior, el turismo en espacios rurales se ha constituido en una estrategia de desarrollo territorial (Aranda-Camacho et al, 2009) dado que apuesta a incidir en lo que respecta a cambios socioeconómicos, culturales y políticos de las actuales sociedades rurales (Molina, 2014).…”