El artículo reflexiona sobre las fiestas a partir del caso del Dos de Julio, fiesta estatal que recuerda la Guerra de la Independencia de Bahía (1822-1823), que consagra la participación de la región en la construcción del estado nacional. Sin embargo, en cuanto celebración de la identidad, el Dos de Julio representa un acto complejo, compuesto por diferentes grupos, con sus símbolos y narrativas en constante disputa.