“…Las leyes predominantes en la racionalidad humana no son relevantes por los significados expresados en sí mismos, sino por la función social que le es atribuida, la cual consiste en construir un marco para interpretar el mundo (Bouterse, 2014). En ese sentido, se expresa la relevancia del conocimiento como un mecanismo cultural, edificado con el propósito de darle sentido al universo de fenómenos que circundan la realidad (Cicourel, 2015); al mismo tiempo, se expresa la relación existente entre la cognición y la cultura, caracterizada por una mutua interacción en la que se hace posible el surgimiento del conocimiento científico como resultado de construcciones culturales particulares.…”