“…El control interno es un factor clave en las empresas que buscan controlar sus operaciones financieras y operativas para obtener el máximo rendimiento de sus inversiones, en ese sentido diseñar un sistema o manual donde se estipule o se plasme requisitos de cumplimiento obligatorio para todos los procesos del movimiento financiero económico operacional de la institución de acuerdo a su estructura y envergadura, no es una tarea sencilla, implica decisión e inversión de los directores, accionistas e inversionistas que hacen empresa. La importancia de la implementación de un modelo de control interno, en el sector privado, va mucho más allá de establecer una partida presupuestal, de un control de ingresos y gastos, protección de los activos o el cumplimiento de un requisito o compromiso legal; por tanto, y de acuerdo a este planteamiento, el cumplimiento de los objetivos de una organización requiere una eficiente gestión administrativa y financiera, acompañada de manera ineludible de mecanismos de control que permitan no solo la detección e identificación de riesgos, manejo inadecuado de recursos, sino, establecer actividades de seguimiento a cada uno de los procesos implementados dentro de la organización, que permitan satisfacer necesidades tanto de los clientes internos como externos (Espinoza et al, 2021). La historia nos muestra que el ser humano ha tenido la necesidad de controlar sus pertenencias y las del grupo del cual forma parte, por lo que de alguna manera se tenían tipos de control para evitar desfalcos; por tal situación, es necesario que la empresa establezca un control interno, ya que con esto se logra mejorar la situación financiera, administrativa y legal.…”