“…Los lugares de enterramiento, la forma de las estructuras funerarias y las formas de colocar al muerto dentro de estas, variaba según las regiones. 1 En el caso de la cuenca alta del río Chancay (donde se ubica Vichaycocha), la sociedad atavillana colocaba al muerto al interior del fardo elaborado con lana de camélidos, colocándolo al interior de los edificios tipo "kullpi", edificaciones de forma cuadrangular, hasta 7 metros de altitud, edificado íntegramente a base de piedras trabajadas unidas con mortero de barro, ingresándose al edificio mediante un vano rectangular pequeño que comunicaba el exterior con la cámara principal de mayores dimensiones, desde donde se comunicaba hacia las cámaras secundarias dispuestas a diferentes niveles altitudinales y alrededor de la cámara principal (van Dalen et al, 2016). Otra estructura de enterramiento eran las chullpas, también edificadas a base de piedras, planta rectangular, aunque de menores dimensiones en su altitud y volumetría.…”