“…De todos los elementos que componen la identidad corporativa, tanto tangibles como intangibles (Schlesinger Díaz y Cervera Taulet, 2008), este trabajo se centra en la marca o logotipo corporativo, que supone un activo tangible de gran importancia en toda organización (Ewing, 2006;Foroudi et al, 2017). Henderson y Cote (1998) lo definen como el diseño gráfico que la empresa utiliza, con o sin su nombre, para identificarse a sí misma o a sus productos; puede ser tanto de naturaleza gráfica como tipográfica (de Smet, 2012) y está constituido por tres elementos: símbolo (el signo gráfico), logotipo (el signo lingüístico) y color (el signo cromático) (Henderson y Cote, 1998;Kohli, Suri y Thakor, 2002;Melewar y Jenkins, 2002;Hynes, 2009;Foroudi et al, 2017;Gregersen y Johansen, 2018).…”