“…Por tanto, considerando que la realización de AF está presente en la cotidianidad de las personas dentro de sus actividades domésticas, de tiempo libre, recreativas y como formas de trabajo (17) , se esperaría que todos o al menos el 80% de la población mundial hiciera la AF recomendada por la OMS (por lo menos 150 minutos de actividad física semanal a intensidad moderada o vigorosa), pues adherirse a esta estrategia ayudaría a prevenir casos de muertes por ECNT, la mayoría prematuras, así como a reducir la frecuencia de su aparición (6,18) , sin que genere costos elevados para las personas, sus familias ni el sistema; una revisión sistemática en 2014 concluyó que las intervenciones para mejorar las oportunidades para caminar y andar en bicicleta parecen aumentar la actividad física de manera rentable (19) . No obstante, la prevalencia de AF es muy baja en todo el mundo (menos del 40%) (20) y las razones que explican este comportamiento poco saludable se han centrado hasta ahora, en una evidencia contundente sobre los factores individuales que, si bien han contribuido a la explicación de una parte de este fenómeno denominado inactividad física, no han logrado modificar sus prevalencias (21,22) .…”