La exportación de jerez fue uno de los principales renglones de la balanza comercial española durante gran parte del siglo XIX. La mayor parte de las ventas se destinaron al Reino Unido, un mercado donde la distribución estaba férreamente controlada por comerciantes autóctonos. Este trabajo analiza los cambios en el número de exportadores y en el grado de concentración del volumen exportado en uno de los momento de mayor esplendor. Ello es posible gracias a una fuente singular, las listas de extractores, que desglosan las cantidades vendidas por cada uno de ellos. Los estadísticos utilizados para medir la concentración muestran la existencia de dos periodos, cuyos cambios se explican por tratarse de un mercado donde concurrían oferentes muy heterogéneos, tanto por su estructura de costes como por sus estrategias de comercialización.