“…Así, por una parte, el AI, puede ser fomentado de manera intencionada por la organización (Marsick, Fernández De Álava, & Watkins, 2015) ofreciendo espacios físicos y virtuales (intranet, comunidades de práctica, foros…) e incluso incorporar agentes dinamizadores para potenciar el AI de sus trabajadores. Por otra parte, se puede dar de forma fortuita y poco consciente, en espacios como la realización de una tarea, las interacciones personales, la experimentación por prueba error, compartiendo información y conocimientos (Cseh, Watkins, & Marsick, 1999; Fuller et al, 2003; Jiménez-Cortés, 2015; Tynjälä, 2008).…”