“…Pese a que dentro de Educación Musical el patrimonio puede tratarse desde diferentes enfoques, tales como, su utilización como recurso para la enseñanza de elementos musicales (Arévalo, 2009) o como un proceso vinculante entre el bien cultural y el alumnado (Martínez-Rodríguez, 2021), la mayoría de los docentes consideraron que el patrimonio es un contenido igual de relevante que el resto de los contenidos del currículo educativo. Así pues, los docentes obvian, o desconocen, la vertiente educativa desarrollada por la educación patrimonial (Fontal, 2003) que considera que el tratamiento del patrimonio musical también es un elemento indispensable a la hora de generar vínculos entre los bienes culturales y el alumnado, fomentar la sensibilidad hacia la diversidad cultural (Brandellero et al, 2013), mejorar la creatividad (Istvandity, 2021) y despertar el espíritu crítico (Castro-Calviño et al, 2021;Cuenca et al, 2017). Reforzando esta concepción del patrimonio, Pinto y Molina (2015) señalan que "las experiencias educativas de contacto directo con el patrimonio pueden promover sentimientos de pertenencia e involucrar a los jóvenes en la construcción de sus conocimientos y de su acción presente y futura" (p. 125).…”