“…Abundante literatura da cuenta de los efectos del crimen y la victimización sobre distintos aspectos de la vida de las personas, que van desde daños físicos y económicos (por la sustracción objetiva de los bienes, pérdida de tiempo laboral y gastos médicos por heridas ocasionadas) hasta morales y psicológicos (Freeman, 1999). Además, muchos estudios se han centrado en las consecuencias de la victimización sobre el bienestar de las personas (Cohen, 2008;Hanslmaier, 2013;Hanson, Sawyer, Begle, & Hubel, 2010;Kuroki, 2013;Staubli, Killias, & Frey, 2014), evidenciando que tanto el haber sido víctima directa como indirecta tiene importantes implicancias en la salud de las personas, dado que en ambos casos disminuye la percepción de calidad de vida, la satisfacción y la felicidad. en el bienestar.…”