La violencia incide en todas las esferas sociales, culturales, económicas, académicas, psicológicas, emocionales, cognitivo-biológicas, políticas, de género, educativas, infantiles, carcelarias, sanitarias, entre otras múltiples. Comprender la violencia representa un ejercicio cognitivo y sociocultural importante. Un verdadero reto contrahegemónico, pues se trata de desnaturalizar lo que hemos naturalizado desde nuestras esferas más interiores hasta las estructuras y dinámicas socioculturales sistémicas. El estudio de la violencia es un proceso que día a día requiere un enfoque transdisciplinario, para que se comprendan todas las aristas de esta problemática profundamente arraigada en la cultura humana, así como las implicaciones que tiene en la vida de los seres humanos y otras especies vivas. Esta obra aborda su compleja dinámica, sus implicaciones y dimensiones.