Desde finales del siglo XIX, en la capital de la provincia de San Juan, Agustín Gnecco comienza a conformar una enorme colección que ocuparía varias habitaciones de la casa familiar. Este conjunto de objetos incluía materiales arqueológicos, archivos y documentos históricos, armas, monedas, obras de arte, elementos sacros y religiosos, entre otros. Durante la década de 1940, tras su fallecimiento, una gran parte de esta emblemática colección denominada Colección Gnecco fue cedida a lo que hoy es el Complejo Museográfico Provincial Enrique Udaondo de la ciudad de Luján, en la provincia de Buenos Aires. Las gestiones, tratativas, embalaje y acondicionamiento de las piezas para dicho traspaso estuvieron a cargo de Enrique Udaondo (director del Museo) y de Anavadro Gnecco (hijo de don Agustín) quienes intercambiaron un conjunto de cartas y documentos, conservados en el Archivo Estanislao Zeballos. A través de esos escritos, este artículo recupera los detalles y pormenores del traslado en vagones de tren desde la capital sanjuanina hacia el Museo de Luján, así como también de la inauguración del Pabellón Gnecco construido para albergar la interminable colección.Asimismo, partiendo de este caso particular, podemos reconstruir algunos procesos de conformación de colecciones y redes de intercambio de objetos que cambian sus sentidos mientras se desplazan por el territorio nacional.