“…9 Autores como Arturo Escobar, Alberto Acosta, Catherine Walsh, Silvia Rivera Cusicanqui, Boaventura de Souza Santos y Eduardo Gudynas han asumido la crítica frontal contra la idea de desarrollo como un imperativo social-mundial. Debido al panorama de una geopolítica de producción y consumo desigual, 9 El establecimiento de un orden global regido por las dinámicas de producción y acumulación de capital, a partir de la fuerza de trabajo de migrantes, pobres, mujeres y afrodescendientes, tiene como base la fragmentación del mundo entre el centro y la periferia, entre el occidente moderno, blanco, racional, industrializado e ilustrado y los cuerpos y territorios vaciados (Vergara, 2014), inhóspitos y bárbaros, como lo ha escrito el pensamiento crítico decolonial, aludiendo a la colonialidad del poder como proceso de largo alcance que estableció la idea de raza como dispositivo de asignación de más o menos humanidad (Dussel, 2000) (Quijano, 1992). los autores entienden el desarrollo como una invención para la dominación y sujeción de América Latina y el Caribe (y otros sures globales) a los intereses de crecimiento económico de las potencias económicas autoproclamadas "desarrolladas".…”