“…Clasificar a los países utilizando indicadores como el PIB per cápita permite pues medir el grado relativo de evolución y de modernización económicos y de situar a los países según su posición en la «cola de desarrollo», en la cual los que figuran en primer lugar son «avanzados», «modernos» y «progresistas» y los que se encuentran al final, con bajos niveles de formalización, son considerados «atrasados», «tradicionales» y «subdesarrollados» (Geertz, 1963;Gilbert, 1998;Lewis, 1955;Packard, 2007). En las últimas décadas, sin embargo, el reconocimiento de que la mayoría de los empleos se encuentran en la economía informal en muchos países y regiones (OIT, 2011(OIT, , 2012(OIT, y 2013Jütting y De Laiglesia, 2009;Rodgers y Williams, 2009;Schneider, Buehn y Montenegro, 2010), y de que el empleo en la economía informal es generalizado y va en aumento en algunos países y regiones del mundo, pero es menos frecuente y disminuye en otros (Buehn y Schneider, 2012;Feld y Schneider, 2010;Rani et al, 2013;Renoy et al, 2004;Schneider, 2011), ha llevado a la emergencia de teorías alternativas y confrontadas, que vamos a revisar a continuación (para un análisis más detallado, véase Williams y Lansky, 2013).…”