Antecedentes::
Las personas con discapacidades intelectuales y del desarrollo (DID) con grandes necesidades de apoyo tienen más probabilidades de vivir en entornos segregados y altamente institucionalizados. Este estudio pretende analizar los cambios en el funcionamiento y calidad de vida de este colectivo tras la transición a viviendas ubicadas en la comunidad.
Método: :
La muestra incluyó 54 adultos con DID con grandes necesidades de apoyo que fueron evaluados en tres momentos temporales: antes de la transición, seis meses y un año después de la misma. Se aplicaron los instrumentos Resident Choice Scale, la Escala de Calidad de Vida San Martín, Active Support Participation Measure y la sección de Problemas de Conducta del Inventory for Client and Agency Planning. Los datos fueron analizados a partir de modelos de ecuaciones estructurales de mínimos cuadrados parciales (PLS-SEM) y pruebas t para medidas repetidas.
Resultados: :
Se observaron mejoras significativas en toma de decisiones, participación e independencia en actividades cotidianas y en calidad de vida, así como una reducción de los problemas de conducta.
Conclusiones: :
Los beneficios encontrados apoyan la necesidad de llevar a cabo procesos de transformación hacia servicios y prácticas profesionales más inclusivas que fomenten los derechos y la pertenencia comunitaria.