“…Estos elementos cohesivos, originalmente expresiones o partículas de diferente función y morfología, fueron con los siglos modificándose a través del cambio semántico o morfológico o bien a partir del contacto con el español, incorporando elementos de esta lengua, como preposiciones y conjunciones, o transformando posposiciones (partículas sufijadas poseídas con función referencial) en estos elementos (Lockhart, 1999: 378-468;Flores, 1992Flores, , 2010, como vemos que también ha pasado en otras lenguas mesoamericanas (Hernández, 2002;Ramos y Carrillo, 2018). Estos elementos, por su origen y transformación "moderna", pueden ser elididos desde ciertos criterios estilísticos de carácter purista o castizo por algunos hablantes a favor de otras formas, que a su vez a juicio de otros se consideren ajenas, arcaicas o irreales.…”