Objetivo/Contexto: Este artículo analiza la respuesta diplomática de Corea del Sur a la victoria electoral de Salvador Allende; se centra en cómo la “vía chilena al socialismo”, con su respeto por las instituciones democráticas, por un lado, y su decisión de establecer relaciones con los países socialistas, por otro, puso en entredicho uno de los principios básicos de la política exterior surcoreana de la época, a saber, la ruptura inmediata de relaciones con aquellos países que reconocieran a Corea del Norte. Metodología: El análisis historiográfico se basa, principalmente, en el acervo documental de los archivos diplomáticos de Corea del Sur. Originalidad: Hasta la fecha, no existe ninguna publicación acerca de la posición de Corea del Sur frente al Gobierno de la Unidad Popular (UP). Con la incorporación de Corea del Sur como un nuevo actor nuevo “periférico”, este artículo presenta una mirada innovadora a los desafíos que la “Vía chilena” planteó a las naciones divididas, y también una muestra del impacto global del triunfo de Salvador Allende en las elecciones presidenciales de 1970. Conclusiones: Corea del Sur siguió de cerca las respuestas de otras naciones divididas y, ante el dilema de romper o mantener relaciones con el Gobierno de la UP, optó por flexibilizar su postura ideológica para no perder terreno en Chile frente a Corea del Norte. En esta decisión, jugó un papel importante la excepcionalidad del proyecto chileno que buscaba impulsar cambios en un marco democrático, pues era imposible cuestionar su legitimidad. Finalmente, Corea del Sur acabó descartando su propia doctrina de política exterior. Y, aunque hay otros elementos que contribuyeron a este cambio, es posible argumentar que la experiencia surcoreana en Chile tuvo un impacto en la forma en que ese país se relacionaba con el mundo. Adicionalmente, las fuentes consultadas plantean nuevos interrogantes sobre la política exterior de la UP y su manejo de la “cuestión coreana”.