“…Esa falta de certeza, esa incertidumbre en torno al paradero de los migrantes no se traduce en un uso generalizado, por los agentes entrevistados en Tucson, de las categorías desaparecido o desaparición como pensábamos que sucedería. Sosteníamos esta idea en varios motivos: primero, porque la empiria nos confirma que esa categoría está siendo usada en situaciones muy numerosas, incluyendo algunas similares a las de Tucson, esto es, en contextos de tránsito migratorio (Kovic, 2018;Schindel, 2019b); segundo, porque en ese lugar, como en otros que se han analizado con la categoría desaparición, el estatuto de vivo o muerto era una incertidumbre; finalmente, y, sobre todo, porque en Tucson se replican muchos de los elementos propios a las desapariciones (separación de cuerpo y nombre, centralidad de la disciplina forense, prácticas de búsqueda y de conteo, quiebre del sentido, etc.). Ahora bien, en Tucson, los agentes con los que trabajamos en nuestra investigación hacen en general uso de otras fórmulas que consideran más ajustadas a la situación.…”