“…Sobre la participación de niños con enfermedad mental en investigación clínica, se deben tener en cuenta las siguientes directrices: Idealmente, los estudios deben ser realizados en instituciones especializadas en el cuidado pediátrico. Las principales publi-caciones pediátricas consideran que un criterio para rechazar trabajos es la ausencia de consentimiento o de aprobación por parte de un comité de ética, con la salvedad de trabajos retrospectivos, en los que es imposible ubicar al paciente (16,17).…”