“…Para comprender la VG de manera exhaustiva, ésta debe analizarse desde una perspectiva multicausal, considerando los factores culturales, históricos, políticos y socioeconómicos que sostienen, naturalizan, justifican y perpetúan la desigualdad en las relaciones entre hombres y mujeres otorgándoles a ellos una posición de superioridad y de poder en las estructuras sociales e institucionales (Ferrer-Pérez y Bosch-Fiol, 2019;Vásquez et al, 2021) que resultan muy difíciles de erradicar y que traspasan los límites de las relaciones familiares y afectivas, circunscribiéndose a los espacios públicos y privados (Marey-Castro y Del- Pozo-Triviño, 2020;Vaca-Ferrer et al, 2020). Asociado a esto, Ferrer-Pérez y Bosch-Fiol (2019), manifiestan que "hombres y mujeres son violentos y responsables de la violencia por igual, se habla, por tanto, de violencia recíproca, violencia simétrica, violencia cruzada o combate mutuo" (p. 71), por lo que es necesario aclarar que, a pesar de que las diferencias estructurales de poder con base en el género sitúan especialmente a las mujeres en entornos de riesgo con diversas formas de violencia (Orozco et al, 2021), también hay estudios que revelan que los hombres son agredidos en las relaciones de pareja heterosexual (Guzmán-Pimentel y Rojas-Solís, 2022).…”