“…Si bien en México se ha documentado la transición a la agroecología (Hernández Morales y Renard, 2018), la potencialidad de la agricultura urbana para el autoconsumo (Morales et al, 2015;Lazcano, 2014), la valoración de los productos orgánicos (Gutiérrez Pérez et al 2013), la potencialidad de los mercados orgánicos periurbanos (de Gortari Rabiela, 2012) y la organización social para construir soberanía alimentaria (Gómez Núñez et al, 2019), poco se ha documentado sobre lo que ocurre en las ciudades cuando productores y consumidores forman ensambles de prácticas y se comprometen en maneras no convencionales de producción y consumo (Curiel, 2017).…”