Fundamento: La hidrocefalia congénita puede tener un pronóstico más favorable si se detecta y trata tempranamente. La fisioterapia puede ayudar a mejorar la función motora y la calidad de vida, pero el resultado final depende de múltiples factores. Caso clínico: Paciente de 6 años de edad, con antecedentes de hidrocefalia congénita detectada prenatalmente, que tuvo un episodio de hipertensión intracraneal por obstrucción del sistema derivativo, luego de lo cual se recuperó con secuelas neurológicas motoras y visuales. Es recibido en la Clínica Inspiration Center para rehabilitación. Después de los hallazgos iniciales de fuerza, resistencia, equilibrio y control motor deficientes que dieron como resultado una movilidad dependiente, el plan de terapia física se centró en ejercicios y actividades para abordar estas deficiencias. Se evaluó y trató por Oftalmología la deficiencia visual, que también se rehabilitó. Parte de las sesiones se realizaron presenciales, y otras en línea. Fue esencial el apoyo y participación de la familia. Al año de tratamiento caminaba de forma independiente, con mejoría notable de su equilibrio en todo tipo de superficie (sube y baja escaleras, puede patear un balón, puede dar pasos hacia atrás y hacia los lados más amplios). Se logró de esta forma su incorporación progresiva a los juegos infantiles, con mayor autonomía y desenvolvimiento. Conclusiones: La combinación de un programa de terapia física, con estimulación en la clínica, con el entrenamiento a la familia y la rehabilitación en el hogar, permiten obtener excelentes resultados en niños con lesiones neurológicas agudas como el aquí presentado.