Paleosuelos en el paisaje actual del noreste de la Cuenca de México
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ResumenDada la importancia que revisten los suelos en los procesos que ocurren en la zona crítica (zona de interacción entre agua, suelo, aire, organismos), en este trabajo presentamos la distribución temporal y espacial de una secuencia de paleosuelos arcillosos con carbonatos secundarios (capas de caliches y carbonatos diseminados) en el sector nororiental de la Cuenca de México, particularmente en el valle de Teotihuacán. El propósito de este trabajo consiste en reconstruir la distribución temporal y espacial de la cubierta de suelos del pasado para entender su relación con la estructura actual de suelos y sedimentos en este sector semiárido de la cuenca de México. Con esta información, determinar la participación de estos materiales en la Zona Crítica (ZC). Para ello, se ha llevado a cabo un transecto de dirección norte-sur, que inicia en las elevaciones del Cerro Gordo, cruza el valle de Teotihuacán y termina en la Sierra Patlachique, describiendo perfiles de suelo en diferentes posiciones geomorfológicas. El marco cronológico se ha establecido con base en fechamientos de radiocarbono realizados en las capas de caliches. De acuerdo a la cronología, al tipo y grado de pedogénesis, y a los procesos de sedimentación, se han reconocido cuatro unidades. La primera unidad, denominada Paleosuelos del Pleistoceno, fase I (50000 -20000 años AP), está compuesta de paleosuelos arcillosos, los cuales son Luvisoles crómicos y estágnicos, dependiendo de su posición en el paisaje. Estos paleosuelos muestran tanto carbonatos secundarios diseminados y en fracturas, como capas de caliches. En la segunda unidad, Paleosuelos del Pleistoceno, fase II (20000 -10000 años AP), dominan los sedimentos sobre los suelos; únicamente en el fondo del Valle, se han encontrado Gleysoles cortados por canales aluviales. La unidad, Paleosuelos del Holoceno, fase I (10000 a 1000 años AP) se caracteriza por presentar suelos poligenéticos (Vertisoles), fuertemente modificados por los procesos antrópicos, durante las diversas fases de ocupación pre-hispánica. La última unidad, Suelos del Holoceno, fase II, abarca el último milenio, en donde se destacan procesos de erosión e inestabilidad del paisaje. La tendencia principal en la distribución espacial de los paleosuelos es la siguiente: las unidades antiguas (Luvisoles, capas de caliches y Vertisoles) están sepultadas profundamente en el fondo del valle. Sin embargo, en los taludes y elevaciones montañosas, pueden aparecer cerca o directamente sobre la superficie, siendo incorporados en el manto de suelos actual. Las interrelaciones entre los diferentes paleosuelos a lo largo del transecto estudiado, junto con las observaciones micromorfológicas, apoyan la hipótesis de una relación evolutiva entre los Luvisoles pleistocénicos y los Vertisoles del Holoceno. Consideramos que estas diferentes unidades repercuten en los procesos hidrológicos en el valle y que las capas de caliche formadas en los ambientes pleistocénicos pueden afe...