INTRODUCCIÓNEl informe del Ministerio de Educación de Chile, señala que un 44% de los estudiantes chilenos de octavo año básico (13 años), se encuentra con sobrepeso u obesidad y muy bajos niveles de rendimiento físico (1). La asociación entre ambas variables ha sido ampliamente estudiada, demostrando los efectos negativos de la obesidad infantil (2, 3), además existen componentes psicosociales que afectan el desarrollo personal de los niños.La obesidad produce problemas derivados de la falta de aceptación social y baja autoestima, observándose cada vez en edades más tempranas. En una sociedad en que el cuerpo es un referente de identidad personal y ante la presión social, aparecen cada vez con mayor frecuencia los trastornos asociados a la imagen corporal, generando una preocupación obsesiva por la figura y distorsión de la auto imagen (4). Chil Nutr Vol. 44, Nº1, 2017 En los niños, el sobrepeso genera una baja autoestima, por lo cual su imagen corporal es negativa y el rendimiento académico e interacción social se ven afectados por los sín-tomas depresivos y ansiosos (5). Factores como el rechazo de los compañeros, las burlas relacionadas con el peso, y las normas sociales internalizadas, juegan un papel importante en la disminución de la autoestima de un niño obeso, afectando numerosos aspectos de la salud y el comportamiento, incluyendo el ajuste social, el compromiso de actividad, la dirección objetivo y la presencia de ansiedad (6).
RevEn niños y jóvenes, la actividad física (AF) tiene el potencial de actuar positivamente en aspectos sicológicos y sociales como la autoestima, influir beneficiosamente en la función cerebral y cognición (7). Sin embargo, existen escasos estudios en el sistema escolar, que comparen los beneficios de la práctica de actividad física con distintas frecuencias a