El COVID persistente se caracteriza por síntomas y secuelas funcionales y psicológicas que persisten por más de 12 semanas post infección, tales como: fatiga, disnea, ansiedad, depresión; generando inconvenientes en la reanudación de actividades laborales de los trabajadores. Se realizó un estudio epidemiológico descriptivo de corte transversal, evaluando la reincorporación de trabajadores operadores de industrias metalmecánicas de Lima, Perú; recuperados y COVID persistentes, entre el tercer trimestre 2020 y primer trimestre 2021. Se aplicaron las escalas de disnea de Borg y la escala de disnea modificada del Medical Research Council (mMRC), además de la escala de ansiedad y depresión de Goldberg. Los resultados se analizaron mediante estadística descriptiva, empleando medidas de tendencia central y dispersión. Se observó que más del 80% de trabajadores recuperados son reincorporados; y para COVID persistente se reincorpora entre 75% y 43% para los cargos 8121 y 8122, respectivamente. El esfuerzo respiratorio en reposo resultó normal por la escala de Borg para cada grupo, mientras que en esfuerzo se obtuvo un valor R2= 0.2986 indicando la no reincorporación en 74,51% y 43,33% en las categorías 8121 y 8122, respectivamente; además 45,12% y 42,68% de los trabajadores recuperados y COVID persistentes mostraron síntomas de fatiga; 36,25% y 35,26% de ansiedad; 25,4% y 15,21% de depresión, respectivamente; asimismo, el total de trabajadores presentaron sobrepeso con IMC promedio > 26 Kg/m2; siendo más elevado en mujeres (27,4 Kg/m2). El COVID-19 afecta la salud de trabajadores (recuperados y COVID persistentes), reduce el reintegro al trabajo y en consecuencia la productividad de las empresas.