“…De forma natural este hidrocarburo puede encontrarse asociado con el petróleo o en forma de gas no asociado en formaciones geológicas conocidas como lutitas, shale, pizarra o esquisto por lo que comercialmente también se le conoce con estos nombres. Las formaciones tipo shale son impermeables, altamente porosas y se encuentran a profundidades de más de 2 km bajo la superficie terrestre (Bjørlykke, 2010;Hart, 2013;Ma et al, 2013, Wei et al, 2013Wang et al, 2015), por lo que es necesario recurrir a técnicas no convencionales como la fractura hidráulica y la perforación horizontal para explotarlas (Wheeler et al, 2015;Wang et al, 2015;Chen et al, 2015); sin embargo, al ser una fuente abundante y eficiente de energía es considerado como una fuente alterna de energía para el futuro (Chen et al, 2012;Ryzhov et al, 2012). La fractura hidráulica ha incrementado la capacidad de extracción del gas shale por lo que se le considera clave tecnológica para su desarrollo (Zhang et al, 2016;Wang et al, 2015;Chen et al, 2015), al grado de generar una producción de alrededor de 206,685 x 10 12 m 3 anuales a nivel mundial (Fig.…”