“…Asimismo, sus factores son: (a) ansiedad de separación, evalúa las expresiones de miedo que siente una persona ante la posibilidad de disolverse la relación; (b) expresión afectiva de la pareja, corresponde la necesidad de recibir frecuentes expresiones de afecto, que reafirman el amor; (c) modificación de planes, mide el cambio de actividades, planes y comportamientos, por satisfacer a la pareja o compartir mayor tiempo con él/ella; (d) miedo a la soledad, se conoce como el temor de permanecer en soledad, no tener una pareja, no sentirse amado, lo cual genera un acercamiento hacia la pareja transformándola en fuente de seguridad; (e) expresión límite, se entiende como las acciones impulsivas de autoagresión que evitan que la relación termine y que supone que la persona tendrá que afrontar la soledad de tal manera que su vida no tendrá sentido; (f) búsqueda de atención, evalúa esfuerzos activos para obtener la atención de la pareja y asegurar su permanencia en la relación, tratando de ser el centro de su vida, ocupando un lugar prioritario (Castelló, 2019). De igual manera, Yupanqui (2021), menciona que las personas con dependencia emocional poseen un patrón disfuncional que puede interferir en la capacidad de una persona para establecer relaciones saludables y satisfactorias, dado que se busca cubrir de manera desaptativa las necesidades que no fueron satisfechas durante la infancia (Acate, 2019) A partir de la literatura revisada, se ha encontrado que existe una relación entre la desregulación emocional y dependencia emocional, debido a que la inestabilidad emocional es una de las principales características de la persona dependiente, la cual se intensifica a medida que hay conflictos . Momeñe et al, (2017) encontraron que la dependencia emocional podría afectar al modo en el que se gestionan las emociones, lo cual sugiere que a mayor impulsividad, mayor dependencia emocional (Estévez et al, 2018;Albert, 2020;Hilario et al, 2020); de modo que, un alto nivel de dependencia emocional se asocia que los individuos actúen de manera impulsiva en situaciones que consideran amenazantes en relación con la pareja (Sevilla, 2018).…”