Este trabajo se enfoca en analizar las acciones que despliegan las asociaciones de la sociedad civil y fundaciones sociales para atender la movilidad humana en la ciudad de Mexicali, Baja California, México y en Imperial Valley, California, por el lado de la frontera norte. La metodología que se siguió es de corte mixto: se realizó una investigación documental y el análisis de los indicadores que miden los parámetros mínimos en la atención a personas en contexto de migración. Los resultados indican que la pandemia por la Covid-19 ha acentuado la situación de vulnerabilidad y escasez de recursos tanto de las organizaciones como de los propios migrantes, y ha evidenciado que la atención migrante carece de estrategias gubernamentales en ambos lados de la frontera.