“…A partir de lo anterior, surgen investigaciones como la de Raya et al (2009) quienes encontraron que existe una relación significativa entre la agresividad en los niños y los estilos de crianza; igualmente, Noroño et al (2002) indicaron que características familiares como la agresividad, el alcoholismo, la disfuncionalidad, la mala integración social y familiar, el rechazo hacia los hijos e irresponsabilidad en su cuidado y la atención, influyen y predominan en la agresividad de los niños y Pichardo et al (2009) determinaron una relación entre las prácticas de disciplina paternales y la conducta antisocial de los niños. A su vez, Solís & Díaz (2007) señalan que la disciplina que los padres imponen se relaciona con el rol de género, pues las creencias de las madres se apoyan más de la comunicación para educar, y los padres de los límites.…”