“…De manera adicional, es importante tomar en cuenta que el proceso de adquisición léxica no sólo se refiere a la acumulación de nuevos vocablos en el repertorio. Durante los años 195 escolares los niños y adolescentes adquieren, además de las palabras mismas, todo un conocimiento sobre las características y funciones que éstas tienen como unidades comunicativas en el contexto en que aparecen (Hess, 2013(Hess, , 2018Barriga, 2002;Crystal, 1987;Dockrell y Messer, 2004;Levie et al, 2016;Nagy y Townsend, 2012;Pence-Turnbull y Justice, 2008;Ravid, 2004;Zwiers, 2008). Cassany y otros (1994) señalan que el conocimiento de una palabra involucra saber cómo se pronuncia y escribe, qué morfemas la constituyen, cómo se emplea adecuadamente dentro de oraciones bien formadas, cuáles son sus acepciones y usos figurados, cómo usarla dentro de un contexto dado para conseguir un determinado propósito, cuál es su valor dialectal y de registro para emplearla con adecuación en una situación comunicativa dada y, por último, cuál es su proveniencia etimológica.…”