“…Por otra parte, las resistencias evidenciadas predominantemente en las traducciones de los directores y directoras del sector particular subvencionado, asociadas a ciertos principios y políticas específicas, concuerdan con las indagaciones más recientes respecto del mecanismo de selección escolar de la Ley de Inclusión Escolar denominado SAE, el que ponderan de manera negativa, siendo en ocasiones los participantes reacios a la mixtura social, de manera más concreta del ingreso a sus escuelas, de estudiantes provenientes de niveles socioeconómicos más bajos y aquellos con alguna NEE, lo que concuerda con estudios realizados con anterioridad en Chile (ver, Quiroga & Aravena, 2018;Rodríguez & Rojas, 2020;Rojas et al, 2021, Weinstein et al, 2019, como también y de manera transversal, fueron críticos respecto de los decretos que modificaban la micropolítica escolar y los roles de determinados agentes escolares dentro de la institución, por ejemplo, las legislaciones que promovían cambios como la co-enseñanza o en la estructuración del currículum escolar, aspectos que traducían como mayor carga laboral o dificultades entre el profesorado regular y de educación especial (Inostroza, 2020).…”