“…Por esto, comenzaremos por comparar una serie de indicadores generales del mercado laboral al interior de la población joven y analizaremos, particularmente, los diferenciales de sexo [Cuadro 1]. Dado que el sexo, de por sí, es una dimensión central en la agenda pública para pensar el mercado de trabajo argentino, interesa destacar lo específico respecto de la desigual composición de la estructura de empleo para este sector (De Oliveira & Ariza, 1997;Cerrutti, 2000;Salvia & Tuñón, 2007;CEPAL, 2007;PNUD, 2014 Las mediciones realizadas por el INDEC en los años analizados indican que la tasa de actividad de varones jóvenes es siempre mayor que la de mujeres jóvenes por, al menos, 19 puntos porcentuales aunque la tendencia descendiente es similar para ambos sexos: la tasa disminuye de 79% a 72% para los varones y de 58% a 52% para las mujeres, punta a punta del período. Para los varones, la caída más fuerte de la tasa se produjo en el período 2004-2007; para las mujeres, una caída similar se produjo en el período siguiente, 2007-2011, lo que permite pensar que el efecto coyuntura no impacta en la actividad de ambos sexos de igual manera.…”