Determinantes del acceso a los productos financieros en los hogares colombianos

Abstract

Existe evidencia que establece una asociación positiva entre el acceso a productos financieros, la riqueza y calidad de vida de los hogares, en especial de los hogares pobres. En este ámbito, este estudio busca entender los determinantes del acceso a los diferentes productos financieros en los hogares de Colombia, utilizando un modelo econométrico con base en la información contenida en la Encuesta Longitudinal Colombiana (ELCA) de la Universidad de los Andes. Como conclusión se encuentra que los principales determinantes del acceso a productos financieros son el nivel de ingreso o riqueza, la educación y la estabilidad en términos laborales.

E-banking in Colombia: factors favouring its acceptance, online trust and government support

“…The most important characteristic of the sample is that it did not achieve the sampling objectives for areas 4 and 5, as more than 90 per cent of the sample was concentrated in areas 1, 2 and 3, which include the cities where most of the country’s inhabitants (Córdoba-pachón and Orr, 2009) are located. Although randomly selected, the sample was distributed equally between men and women, 70 per cent of whom were between 18 and 34 years of age, 88 per cent of whom were university educated and 79 per cent of whom earned more than the national average (Table I); these figures are consistent with the profile of e-banking and financial service users in Colombia (Rodríguez-Raga and Riaño Rodríguez, 2016).…”

“…In Colombia, for example, data from the Superintendencia Financiera (2016) show that although both monetary and non-monetary online transactions increased from 951,616,157 in 2012 to 1,905,341,076 in 2015 (comprising 43.97 per cent of total operations for that year), much scepticism is still apparent when only monetary transactions are considered; these accounted for 313,888,272 operations by 2015, representing only 13.10 per cent of total monetary transactions. Other indicators such as the low rate of credit card use (just 10 per cent) and the high cost of financial services reveal widespread scepticism of e-banking in this country (Rodríguez-Raga and Riaño Rodríguez, 2016). In addition, government policies and public programmes to develop the digital sector, including e-banking, are limited throughout Latin America (Katz et al , 2015) due to the sector’s lack of importance, poor coordination between different sectors, a lack of transparency in the management of those resources devoted to the sector, a lack of trust between the private and public sectors, and the high cost for companies to implement technology services.…”

La inclusión financiera en Sincelejo (Colombia). Un modelo econométrico probit

“…Otro factor encontrado, por parte de las instituciones, se fundamenta en la rigidez de los productos ofrecidos por parte del sector financiero formal en las zonas rurales obstaculiza su uso al no tener en cuenta la estructura de los flujos de ingresos de los hogares de estas zonas. Haciendo referencia a los aspectos estudiados por las entidades para otorgar servicios financieros, se toman variables como: activos fijos, activos ligados al capital humano, características del hogar, ingresos del hogar y tenencia o no de vivienda propia; además de esto, es importante conocer el nivel educativo y si cuenta con un trabajo, pues la tenencia de este aumenta, en gran medida, la probabilidad de contar con una cuenta de ahorros, un crédito o un seguro (Rodríguez-Raga & Riaño Rodríguez, 2016).…”

Cohesión social en créditos grupales: cumplidos, regulares e incumplidos

“…Pese a que la Banca Múltiple se especializa en celebrar operaciones de crédito, no todas las instituciones matriculadas ofrecen crédito grupal a sus usuarios (Pérez-Akaki y Fonseca-Soto, 2017). Así mismo, es preciso destacar que la metodología de crédito grupal señala que su objetivo es ofrecer acceso para la población no bancarizada en el sector financiero formal (Peña et al, 2014;Rodríguez-Raga y Riaño-Rodríguez, 2016;Gómez et al, 2016;Chauvet y Jacolin, 2017). Lo cual explica el número de instituciones de este sector que administran este tipo de crédito.…”