“…Dada la importancia que tienen la alimentación y la nutrición tanto a nivel educativo como en la vida cotidiana, en muchos países se han puesto en marcha estudios relacionados con las competencias (food competences, Food Standard Agency, 2007), el desarrollo de habilidades (food skills, Region of Waterloo Public Health, 2015, Vanderkooy, 2010) o la alfabetización en alimentación (food literacy, Cullerton et al, 2012; Vidgen y Gallegos 2011). En España, de acuerdo con el enfoque competencial del currículo en las últimas reformas educativas (LOE, LOMCE…), algunos autores han tratado de establecer un marco teórico de referencia para caracterizar las competencias en salud, en general, (proyecto COMSAL, Gavidia, 2016; Pérez de Eulate et al, 2015) y la competencia en alimentación, en particular, (Cabello et al, 2018;España et al, 2014) y, de esta forma, definir el conocimiento que toda persona debería tener al finalizar su educación obligatoria.…”