“…Se ha observado que, en la medida que los estudiantes se sienten en ambientes psicológicamente seguros, pueden aprender mejor y obtener mejores resultados académicos, lo cual se puede estimular mediante programas/instancias formales de apoyo continuo a los estudiantes, alineando los objetivos/ procesos educativos con los clínicos, capacitando a los docentes en elementos como el modelaje y el feedback, promoviendo el proceso de aprendizaje como un valor central por sobre los resultados, reconociendo y agradeciendo a los estudiantes su quehacer, promoviendo el sentido de comunidad entre los diferentes actores del proceso docente y clínico 46,47 . La creación de este ambiente puede facilitarse mediante la cocreación de los procesos de enseñanza/aprendizaje, incluyendo el diseño curricular, la didáctica y la evaluación, en conjunto con los estudiantes 48 , junto con el abordaje del estigma que presenta la salud mental en la carrera de medicina 49 .…”