“…Por ello, es importante considerar y tener en cuenta al alumnado en el proceso educativo tanto en el ámbito universitario (Cassidy, 2004) como en la escuela (Ceballos, Susinos y Saiz, 2016;Ceballos-López y Saiz-Linares, 2019;Susinos y Haya, 2014), pues según enfoque esta situación, va a tener uno u otro impacto sobre su rendimiento y aprovechamiento académico, de tal manera que este puede revertir en la satisfacción de las Necesidades Psicológicas Básicas (NPB), esto es autonomía, relación y competencia para mejorar la motivación intrínseca y, consecuentemente, el rendimiento académico (Doménech y Gómez, 2011;Reggiani, 2013); además, el alumnado alcanzará un bienestar psicológico que favorecerá un aprendizaje más efectivo (Deci y Ryan, 2008) así como situaciones afectivas positivas (Sevil-Serrano, Abarca-Sos, Julián-Clemente, Murillo-Pardo y García-González,…”