“…Algunos grupos indican tratamiento quirúrgico con la colocación de un tubo en T en el colédoco, duodenostomía, diverticulización duodenal o exclusión pilórica (9,15). Otros autores, incluidas las guías de la Sociedad Europea de Endoscopia Gastrointestinal (ESGE, por sus siglas en inglés), recomiendan evaluar el mecanismo, la extensión de la lesión y el tiempo trascurrido al momento del diagnós-tico para definir un tratamiento conservador, junto con la aplicación de clips, o indicar manejo quirúrgico (7,14,16). En Colombia, en el estudio realizado por Peñaloza y colaboradores en el hospital San José de Bogotá, en 372 pacientes, se encontró una incidencia de perforación post-CPRE del 1,3% (17).…”