“…Mientras que algunos de los comentaristas de la obra de Sloterdijk han incidido en el potencial emancipador de su concepción política del espacio (Dirksmeier, 2018), reforzando incluso el carácter democrático-pluralista de las espumas debido a que en ellas los ciudadanos continúan siendo soberanos (Kühne, 2012), consideramos más acertadas las críticas de aquellos que le imputan una perspectiva directamente colonialista (Kelly, 2018), o cuanto menos una anti cosmopolita, basada en modelos esencialistas y etno-nacionalistas que dan «un soporte ontológico a las críticas xenófobas a la inmigración» (Sutherland, 2019: 193). A este respecto, si bien es cierto que Sloterdijk mantiene en un inicio que «para aquellos que luego quieran migrar a la Modernidad, las puertas deberán permanecer abiertas» (Sloterdijk, 2020c: 99), afirma inmediatamente después la necesidad de «evitar las migraciones masivas indeseadas e indeseables [dado que] las mareas migratorias abrumarán inevitablemente las capacidades de absorción de los países receptores» (Sloterdijk, 2020c: 101).…”