Este artículo explora la construcción de discursos y representaciones de masculinidad elaboradas por la oficialidad de la Armada Argentina. Observa sus proyecciones sobre la gestión de espacios productivos a partir del estudio de las relaciones entre oficiales y obreros en el Astillero Río Santiago (1953-1973). Estos oficiales enunciaron imperativos referidos a un tipo de hombre capaz de realizar la tarea naval en relación a un modelo histórico y culturalmente específico de masculinidad, de modo tal que el astillero y “el hacer barcos” se constituyeron en un espacio y una actividad masculinizados. De este modo, la fábrica conformó un espacio funcional a la factura de subjetividades y al requerimiento de cierta materialidad corporal. Sostenemos que las masculinidades adheridas a lo bélico y la convocatoria a los obreros como “varones combatientes” se enlazaron con una persistente legitimidad de las “capacidades guerreras” y del valor de las formas físicas de la masculinidad. Se trabajó con entrevistas realizadas a oficiales de la ARA y publicadas en el Boletín del Centro Naval, la Revista Marina y el diario El Día. También se analizaron un conjunto de ensayos de oficiales de alto rango de la Marina de Guerra.