El presente trabajo consiste en un estudio de la obra Carnes tolendas. Retrato escénico de una travesti, protagonizada por la galardonada actriz y escritora argentina Camila Sosa Villada y dirigida por María Palacios. Desde la perspectiva de los estudios teatrales, analizaremos la posibilidad de la obra de producir escenas de igualdad en términos de Jacques Rancière (2010; 2012). Para ello observamos cómo el espectáculo se inscribe en la crisis del personaje (Ryngaert, 2013) en virtud de que la construcción de la puesta está atravesada por múltiples textualidades que son identificadas y reconstruidas. Se profundiza en la descripción y análisis de la construcción de voces (Jolly y Moreira da Silva, 2013) y corporalidades (Fischer-Lichte, 2011) que escenifican distintos materiales, entre ellos textos dramáticos, canciones, relatos biográficos y aperturas al diálogo con la audiencia. En escena, Sosa Villada convoca numerosos cuerpos: cuerpos de varones violentos del universo familiar y policial, cuerpos de mujeres frágiles, cuerpos rotos y gastados de mujeres lorqueanas, su propio cuerpo travesti y hasta su antiguo cuerpo. La escena construye y deconstruye representaciones de cuerpos y voces en la lógica rapsoda que cose fragmentos en el teatro contemporáneo. La dramaturgia escénica abre la posibilidad de que el público experimente una puesta en escena que da voz a una historia invisibilizada y se deslumbre con las capacidades poéticas de la intérprete.