El lenguaje inclusivo (LI) es un tema de debate en Europa y en América Latina y en él participan autoridades educativas, lingüistas, políticos, organismos internacionales y público en general. En este debate se observan posiciones extremas como la prohibición o la imposición del LI, que influyen en la calidad del diálogo social y político. En este trabajo se examina el problema desde una perspectiva interaccional crítica del discurso en la que se da relevancia a los actores sociales que participan en el diálogo y a sus evaluaciones (Bolívar, 2007, 2018, 2019). El estudio llama la atención sobre la necesidad de diferenciar entre los argumentos políticos que alimentan el conflicto y los argumentos lingüísticos, que deben ser tomados en cuenta para evaluar el diálogo como parte de un proceso de cambio natural en todas las lenguas y sociedades.