La teoría del Conflicto Genómico es parte de la biología evolutiva y actúa en los mamíferos a través del mecanismo de impronta genética, estos genes cumplen un rol central en el desarrollo fetal y del trofoblasto contribuyendo a un balance entre los requerimientos nutricionales fetales (genes con impronta paterna) y el aporte materno (genes con impronta materna). El desbalance de estos genes tiene implicancias en la etiopatogenia de diversas patologías en Gineco-Obstetricia: en Medicina Fetal (preeclampsia, diabetes gestacional, síndrome de Beckwith-Wiedemann), oncología (mola completa, mola incompleta, teratomas) y fertilidad. Se presenta un caso de displasia mesenquimática placentaria asociado a Beckwith-Wiedemann.