La cirugía reconstructiva uretral es el procedimiento quirúrgico que permite obtener mejores resultados, sin embargo no está libre de complicaciones. Revisamos las complicaciones ocurridas en un grupo de pacientes, cómo tratarlas y cómo prevenirlas. Material y métodos: Se incluyeron 182 pacientes con diagnóstico de estenosis uretral, quienes fueron intervenidos quirúrgicamente. Realizamos 95 uretroplastías término-terminal en uretra bulbar; 40 uretroplastías con injerto empleando mucosa bucal, de las cuales 30 fueron en uretra bulbar, en posición ventral y dorsal, y 10 en uretra peneana; y 25 uretroplastías peneanas con colgajo fasciocutáneo. En 13 pacientes fue necesario realizar una perineostomía. Hubo 9 casos de rotura traumática de uretra, que fueron sometidos a anastomosis término-terminal posterior. Se realizó cirugía en 2 tiempos; en 6 casos por liquen escleroso. El seguimiento medio fue de 48 meses. Resultados: Veinte tres pacientes presentaron algún tipo de disfunción sexual. En 7 pacientes se detectó un divertículo uretral, 6 de ellos fueron tratados con una nueva uretroplastía. En 6 ocasiones apareció una fístula postoperatoria, que fue resuelta con tratamiento conservador en 4 casos y con cirugía en 2. Veinte pacientes presentaron complicaciones que precisaron tratamiento médico: 5 infecciones de herida quirúrgica, 2 infecciones urinarias, 4 orquiepididimitis, un embolismo pulmonar y una neuropraxia del nervio peroneo. Hubo 7 hematomas peneano-escrotales, los cuales se resolvieron de forma espontánea. Conclusiones: La disfunción sexual fue la complicación más frecuente tras la uretroplastía. La anastomosis término-terminal es la técnica que menos complicaciones registra, mientras los colgajos fasciocutáneos ocasionan el mayor número. El empleo de mucosa bucal es un procedimiento con mínima morbilidad.