Considerando que la remuneración mínima vital es una herramienta esencial para proteger los derechos de los trabajadores, reducir la desigualdad y mejorar las condiciones laborales, esta investigación tuvo como objetivo analizar la evolución y el comportamiento del salario mínimo en Sudamérica entre 1990 y 2024, identificando tendencias, variaciones significativas y factores determinantes. Se empleó un diseño no experimental con enfoque cuantitativo, utilizando el análisis documental y fichas de registro como técnicas de recolección de datos. Los resultados indicaron que el salario mínimo en la región ha estado profundamente influenciado por factores como la inflación, el producto bruto interno (PBI) per cápita y el desempleo. La inflación tiende a disminuir el salario mínimo real, mientras que un mayor PBI per cápita contribuye a su aumento. Por otro lado, el desempleo elevado suele reducir los salarios mínimos. Estos hallazgos indican la importancia de implementar políticas macroeconómicas estables y de crecimiento inclusivo para mejorar las condiciones salariales en la región. Países como Uruguay y Chile han experimentado avances sostenidos gracias a sus economías estables, mientras que Venezuela y Argentina han enfrentado graves desafíos derivados de la hiperinflación, lo que ha erosionado el poder adquisitivo y exacerbado la desigualdad.