“…Entre todas las capacidades físicas, la fuerza muscular, sus distintas manifestaciones y el acondicionamiento físico de las mismas están adquiriendo una gran relevancia en el ámbito de la salud, incluido el contexto de las edades tempranas (Bergeron et al, 2015;ACSM, 2017;Zwolski, Quatman-Yates and Paterno, 2017). Entre otras razones, la importancia de esta capacidad física se justifica en la mejora de la salud a lo largo del tiempo, las alteraciones positivas sobre la composición corporal y sobre la densidad mineral ósea (Strope et al, 2015;Gómez-Bruton et al, 2017;Stolzman et al, 2019), la mejora de la coordinación motora (Faigenbaum and McFarland, 2016), la menor tasa de lesiones relacionadas con la práctica deportiva (Zwolski, Quatman-Yates and Paterno, 2017) y el aumento significativo en variables asociadas relacionadas con la funcionalidad, como la potencia muscular (Lloyd et al, 2014;Behringer et al, 2016;Young et al, 2017).…”