La performatividad es un aspecto fundamental de la política exterior. En el caso colombiano, una mezcla teatral de acciones y retórica se entrelaza con la aspiración gubernamental a que el país represente el papel de un “buen miembro” del Orden Internacional Liberal (oil). Esto afecta las percepciones de tomadores de decisiones sobre los intereses nacionales; al tiempo, la actuación desplegada contribuye a la co-constitución y legitimación del oil. En este artículo ilustramos cómo los gobernantes colombianos dirigen sus actuaciones para posicionarse en este escenario, cómo identifican audiencias relevantes, cómo desarrollan guiones y cómo despliegan su performance. Usamos este marco teórico para interpretar dos casos sustanciales en la política exterior colombiana: la respuesta a la migración venezolana y la llamada “guerra contras las drogas”. Concluimos recalcando cómo las actuaciones de Estados no hegemónicos, como Colombia, están atravesadas por múltiples significados, no necesariamente fijos, útiles para gestionar su estatus a escala internacional.