Las agresiones contra la prensa no se limitan a los asesinatos, golpizas o secuestros. Por el contrario, en países como México, los informadores enfrentan cada vez mayores riesgos, tales como amenazas, campañas de difamación o espionaje digital. A pesar de la diversidad de ataques, el tema de la precariedad laboral como una forma de violencia no ha sido estudiado en profundidad. Por lo tanto, el objetivo de este artículo es analizar la percepción que los trabajadores de medios mexicanos tienen respecto a las condiciones con las que realizan sus tareas cotidianamente. A partir de una serie de entrevistas semiestructuradas con periodistas en activo ubicados en los 23 estados más peligrosos del país, los resultados indican que las circunstancias laborales adversas obstaculizan el cumplimiento de su función, la cual es fomentar la rendición de cuentas de la clase en el poder y, como resultado, mantener informada a la sociedad. Asimismo, el origen de esta situación se encuentra en las propias organizaciones mediáticas, cuyos dueños anteponen los intereses económicos a los estrictamente periodísticos.