Durante el período comprendido entre 1990 y 2006, 28 pacientes fueron sometidos a resección esofágica por cáncer en el Servicio de Cirugía de Tórax del Hospital Dr. Rafael Á. Calderón Guardia. La edad promedio fue de 65 años y la relación hombre mujer, de 6 a 1. El antecedente de tabaquismo se confirmó en un 80%, etilismo en un 75% y 8 pacientes eran conocidos portadores de esófago de Barret. Disfagia, dolor epigástrico y pérdida de peso fueron los síntomas más frecuentes; siendo la epigastralgia debida a otra patología digestiva coexistente, como reflujo o enfermedad péptica. Los pacientes clasificados como estadio IIb, III y IV recibieron terapia de inducción y aunque en 3 de estos no se encontró tumor residual en la pieza quirúrgica, en 2 casos quedó tumor adherido a la aorta. A 21 pacientes se les realizó esofagectomía total con ascenso gástrico y anastomosis cervical y a 7 esofagectomía parcial con ascenso gástrico al tórax en 5 y 2 esófago-yeyuno anastomosis, una intratorácica y otra abdominal. La complicación más frecuente fue la claudicación respiratoria por bronconeumonía, que se produjo en 7 pacientes y que fue mortal en 3. Dos de estos pacientes presentaron además fuga de anastomosis, una en el cuello y otra en el tórax. A largo plazo la complicación más frecuente fue estrechez de la anastomosis, que en los 7 casos se ha manejado con dilataciones. La mortalidad quirúrgica fue del 10.7% y en los 3 casos la bronconeumonía fue la causa principal. La supervivencia a 5 y 10 años fue del 31.5% y el 18%, respectivamente.